¿Es la planificación de objetivos esencial para la empresa?

¿Es la planificación de objetivos esencial para la empresa? Si, y es esencial para mantener el rumbo de una empresa. ¡¡¡No te lo pierdas!!!

¿Es la planificación de objetivos esencial para la empresa? En este artículo analizaremos la importancia del establecimiento de objetivos y cómo fijarlos para que los podamos conseguir de una manera eficaz y eficiente.

En estos momentos de cierre del año 2022 y de inicio del 2023, no es solo un buen momento para el establecimiento de objetivos empresariales sino una necesidad si queremos tener un rumbo durante el año 2023 con las repercusiones negativas que esto puede tener en la vida de nuestras organizaciones.

Nos centraremos en los objetivos organizacionales aunque, con las correspondiente modificaciones, pueden adaptarse tanto al ámbito profesional (autónomos y trabajadores por cuenta ajena) como al personal.

Lo primero que os recomiendo es hacer una auditoría de las actuaciones realizadas durante el año 2022 y sus repercusiones, analizando no solo las positivas para tenerlas en consideración y potenciarlas durante al siguiente año sino también las negativas para estudiarlas como posibles oportunidades de cambio y mejora.

En un segundo momento deberíamos hacer un análisis del entorno que, como sabéis es incierto y volátil, por lo que el mismo debería ser a corto plazo (de tres a doce meses). Dicho análisis lo realizaremos utilizando el método DAFO.

Es un acrónimo cuyas iniciales significan debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Las debilidades y fortalezas son los aspectos que tenemos que mejorar en nuestra empresa y las fortalezas son las notas positiva de empresa que hay que potenciar. Nos fijamos en las amenazas y las oportunidades que nos servirán para establecer las estrategias para afrontar nuevos retos por medio de la adaptación en el caso de las amenazas y de la innovación en el caso de las oportunidades.

Una vez que ya tenemos realizado el “mapa” de la situación de partida procederemos a establecer los objetivos teniendo en cuenta que deben estar enmarcados en una estrategia clara. El método que propongo es SMART que como sabéis es un acrónimo en que las iniciales corresponde con:

– La S de Específico: por ejemplo, un objetivo específico es conseguir en el mundo de la venta un incremento de la facturación es un 5%.

– La M de Medible: medible es el objetivo establecido en el punto anterior, en el que podemos comparar la facturación con la del periodo anterior y verificar si lo logramos o no.

– La A de Alcanzable: por ejemplo, alcanzable es que el objetivo no sea tan alto que sea difícil de lograr. Siguiendo con la facturación, si el incremento que planteamos es demasiado ambicioso puede ser complicada su consecución pero tampoco debemos ir al otro extremo en el que el objetivo sea conseguible de una forma muy sencilla.

– La R de Relevante: quiere decir que ese objetivo sea importante para nosotros y que tenga un componente de reto para la organización.

– La T de Temporal: por ejemplo, en cuánto tiempo queremos conseguir el objetivo. En este punto también deberemos marcar hitos temporales intermedios para ir haciendo pequeñas valoraciones de la marcha en la consecución del objetivo planteado e ir tomando medidas correctoras en caso de ser necesarias. Este punto es muy importante para conseguir resultados óptimos en entornos tan cambiantes como el actual facilitando una gestión dinámica de los objetivos. Unos objetivos rígidos e inamovibles pueden convertirse en un escollo para el desarrollo adecuado de nuestro proyecto.

Para terminar debemos recordar que, aunque no venga recogido en el método descrito, es muy importante que complementemos nuestro “mapa” con una planificación realista de los recursos económicos y humanos disponibles y los posibles factores que impidan o faciliten la alcanzarlos.

Destacar en lo que respecta a los recursos humanos que debemos de analizar si poseen las Soft y Hard Skills necesarias para conseguir los objetivos planteados y quién va a ser la persona que lidere la consecución de los mismos. Repecto al primer punto, las carencias deben de ser abordadas mediante un plan de formación adecuado ya que responsabilizar de la consecución de objetivos a una plantilla mal preparada incrementará el malestar de la organización y hará aflorar conflictos. En cuanto al segundo punto, el líder tendrá que ser una persona que goce del reconocimiento de los miembros de la organización y debe de dotársele de los medios necesarios para la consecución de los objetivos asignados.


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