Los efectos de la Comunicación Efectiva en la empresa

Los efectos de la Comunicación Efectiva en la empresa

Los efectos de la Comunicación Efectiva en la empresa son realmente relevantes ya que una comunicación inadecuada suele estar en el origen del deterioro del clima laboral y, como consecuencia del mismo, a dificultades en la consecución de los objetivos organizativos. Por ello, es muy importante que, por sus repercusiones, la empresa establezca unos canales adecuados de comunicación con el cliente interno y externo.

Siendo importante esto no es suficiente pues la organización debe establecer una cultura de comunicación eficaz y concienciar a todos sus miembros de la importancia de este tema, considerándolo un punto crítico para la consecución de los objetivos organizacionales.

Pero, ¿qué clase de cultura comunicativa debe promover una organización?

Empezaremos por destacar la importancia de la escucha en una comunicación efectiva Tan importante es escuchar como hablar por lo que nunca debemos olvidar en este punto la frase “por algo tenemos dos orejas y una boca”. Lo que se pretende transmitir es que, para comunicarse de forma efectiva, primero tenemos que escuchar de forma activa para, posteriormente, poder enviar nuestro mensaje.

Esta escucha se caracterizará por escuchar y entender la comunicación de forma empática. Nuestro objetivo debe ser no sólo escuchar lo que se está expresando sino también lo que hay detrás de ese menaje que nos están enviando (sentimientos, ideas). Pero este tipo de escucha es complicada y requiere la superación ciertos obstáculos que la dificultan. Para lograrla, debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Concentrarnos en el mensaje que nos quiere enviar el emisor atendiendo tanto a su aspecto oral como gestual.
– Respetar al emisor, dándole tiempo para que envié su mensaje de forma correcta y sin interrupciones que perjudiquen su emisión y recepción.
– Escuchar evitando los estereotipos y los prejuicios que favorecen una escucha deficiente y de mala calidad.
– Evitar actuar el oyente como un experto lo que le llevaría a rechazar el mensaje restándole importancia.
– No caer en error de contar nuestra historia cuando nuestro interlocutor lo que necesita es que le escuchen empáticament

Y, sobre todo, uno de los elementos más importantes: la retroalimentación o feedback. Se entiende como tal la respuesta que transmite un receptor de un mensaje al emisor de mismo, basándose en el mensaje recibido siendo ésta una comunicación bidireccional entre dos personas. Ésta se realiza por medio de la comunicación tanto oral como gestual (asentimiento con la cabeza mientras escuchamos, visualización de nuestro interlocutor…) y en la misma hemos de evitar los prejuicios y las etiquetas. En la misma, debemos ser lo más específicos posibles en nuestro mensaje, utilizando el tiempo de forma adecuada siendo breves y concisos y evitando monopolizar la comunicación. En el caso de tratarse de una comunicación negativa debe enfocarse como una oportunidad de mejora y no como una crítica al trabajo o actitudes de los miembros de la organización.


Todo lo que hemos comentado son sin duda unas buenas referencias para conseguir una comunicación efectiva y empática en nuestra organización. Llegar a este objetivo no es sencillo, es un camino largo que debe ser recorrido de forma consciente y evaluando la diferencia que existe entre cómo nos comunicamos y cómo nos gustaría comunicarnos pero el esfuerzo merece la pena pues trae muchos beneficios para la organización y para cada uno de sus miembros. No olvidemos que aunque no estemos hablando estamos comunicando y una comunicación incorrecta puede general problemas en las relaciones laborales y en la eficacia de la organización que pueden ser difíciles de corregir.

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